Cómo ser un buen jefe. Llegar a ser un jefe podría presentarse como la oportunidad que esperan mucho después de haber trabajado y demostrado grandes resultados dentro de su trayectoria en una empresa determinada, pero la verdad es que se trata de una gran responsabilidad que no todos están listos para afrontar.
En la actualidad se habla más de líderes que de jefes, existe una gran diferencia entre ambos términos, por lo que las empresas están abocadas a la búsqueda más de conseguir un buen líder que solo ascender a un empleado por sus buenos números.
Los malos jefes pueden tener como consecuencia la pérdida de empleados, pero también de resultados dentro de la producción de la empresa. Cuando un empleado no está rindiendo, incluso si es el jefe, los números bajan y el clima empresarial desmejora.
Según un estudio reciente de la agencia Robert Half, casi la mitad de todos los profesionales encuestados (49%) aseguraron haber renunciado a un puesto de trabajo debido a un mal jefe.
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Consideraciones sobre cómo ser un buen jefe
Si eres jefe y quieres ser uno de los buenos, le dejamos algunas consideraciones que debe tener en cuenta a la hora de ejercer sus funciones dentro de la empresa.
¿Qué buscan las empresas en sus nuevos jefes?
Se dice que los buenos jefes conquistan a sus empleados y los motivan para que logren desempeñarse bien al tiempo que son leales a su organización. Estas cualidades juegan un papel tremendo en el esquema a largo plazo cuando se busca lograr y mantener el éxito en los negocios.
Liderazgo efectivo
El liderazgo efectivo es un rasgo importante con el que deben contar los empleados y más los altos cargos, ya que cada vez más empleados dejan a las grandes empresas por un elemento del que se puede prescindir, los malos jefes.
Pero ¿cuáles son las características que debe tener una persona para ser considerada como líder y que resulte un buen jefe?
Motivación
Motivación, este es el primer elemento que debemos resaltar. Un buen jefe y líder será capaz de confiar en sus empleados, y no solo eso, sino que debe hacérselo saber. Para que usted pueda convertirse en un buen jefe, y un gran líder, debe mantener a su equipo motivado para que deseen dar lo mejor de sí.
Comunicación
La comunicación es otro de los elementos que no pueden faltar en un buen líder y jefe. Establecer altos estándares de comunicación, productividad y profesionalismo en toda su organización es posible por medio de una buena gestión.
En este sentido, los resultados de una comunicación efectiva no se verán si las órdenes son estrictas y unilaterales, debe crearse un clima de confianza, en el que no haya cabida para situaciones comprometedoras o embarazosas por parte del jefe hacia su equipo.
Evitar los señalamientos
Sabemos que habrá momentos en los que la empresa no pueda alcanzar las metas que se han planteado un momento determinado, en ese caso, un buen jefe debe evitar hacer señalamientos a alguno de los miembros del grupo laboral, se debe tomar en cuenta en todo momento que se trata de un equipo, en el que los resultados son de todos por igual, sean buenos o malos.
Evite asignar culpas y señalar el bajo rendimiento, ya que estas respuestas solo llaman la atención sobre los problemas. Anime a los empleados a mejorar, y saber que siempre existe la oportunidad de mejorar.
Ayuda a mejorar
No disminuya sus estándares, a diferencia, solidarícese con sus empleados y afronte los desafíos como equipo. Reclute los aportes de sus empleados para identificar problemas de bloqueo, centrar la atención en posibles soluciones y esforzarse por cumplir y superar las expectativas. La comunicación es un proceso que debe darse de forma clara, profesional, oportuna y frecuente.
Una vez que un líder detecta una debilidad dentro del equipo, acude a su empleado para hacérselo saber de la mejor manera, realiza una evaluación de desempeño en la que el resultado es comunicado con el único fin de mejorar esos puntos débiles y convertirlos en oportunidades de mejoras.
Para proporcionar el proceso de retroalimentación de la mejor forma, los buenos jefes deben comprender del todo la organización para la que trabaja, con la intención de poder evaluar el progreso de la misma dentro de un tiempo estipulado.
Comparte los logros
En el caso de que las empresas están trabajando sin dificultades, un buen líder no se conforma con solo saberlo, al contrario, lo hace de conocimiento de sus empleados y los premia, los premios no siempre son metálicos.
Un buen jefe y líder debe resaltar comunicar el éxito el cual es producto de todo el equipo. Por otro lado, si surge algún problema un buen líder y jefe debe resolverlos en el menor de los tiempos y de la mejor forma para todas las partes involucradas.
Un mal jefe se encargaría de disfrazar la situación, mientras que un buen jefe va a la raíz del problema para eliminarla y que no se repita.
Los buenos jefes piensan en la huella que podría quedar en sus empleados al momento de comunicar sus inquietudes y decisiones. Por lo que utilizan la palabra como herramienta de construcción, inspiración, aceptación y motivación en todos y cada uno de los miembros que comprenden el equipo, pero sobre todo en la resolución de problemas de manera efectiva.
Motivación al logro y desarrollo profesional
Los buenos jefes ayudan a sus empleados a desarrollarse profesionalmente, les motivan para que se superen a sí mismos continuamente, por medio de formaciones constantes y situaciones en las que se deban mostrar más comprometidos con la empresa.
Cuando un jefe prepara a sus empleados para éxito esto es lo que obtiene, por lo que es primordial brindar herramientas de capacitación que les ayuden a alcanzar su mayor potencialidad. Recuerde que un buen jefe anima a su equipo a identificar las fortalezas al tiempo que trabajan en las fallas.
Confianza
Un buen jefe delega. Cuando un jefe se llena de trabajo habrá un momento en el que no pueda cumplir con todas las responsabilidades, por otra parte, si este jefe delega las responsabilidades por igual a todos los miembros del equipo, tendrá más tiempo para apoyarlos en el proceso, supervisar las actividades que se están llevando a cabo y garantizará una parte del éxito de las actividades.
Los buenos jefes se encargan de crear lazos con los empleados que le rodean, todas las personas buscan ser parte de algo, identificarse con sus pares, cuando esto se cumple, los empleados se interesan más en las tareas de sus jefes, y lo ven más como un proceso en el que ellos pueden brindar un aporte significativo, que como un trabajo sistemático que deben cumplir a diario, cayendo en vicios y acciones fuera de lugar dentro del entorno laboral.
Fomentan un ambiente agradable
Los buenos jefes se encargan de crear un ambiente divertido, por lo que los empleados se sienten bien yendo a trabajar, sabiendo que son parte de una comunidad eficiente, capacitada y altamente exitosa con la que se sienten identificados.
En fin, estas son nuestras recomendaciones sobre cómo ser un buen jefe.